Gol de Messi y otras varas menos épicas – Diego Mora
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CONTINUIDAD DE LOS JUEGOS
“¿Qué sigue ahora/ que has sucedido a D10s?” es una pregunta que aparece al principio del libro del poeta costarricense Diego Mora, cuando todo son especulaciones alrededor de un nombre faro, un nombre símbolo, un nombre ápice: el nombre de Messi, que al generar tanta luz consecuentemente urde sombras en todo lo que le rodea.
Esta interrogativa figura como un mote para la escritura de “Gol de Messi y otras varas menos épicas”, que se presenta no por la vía de una respuesta especulativa, sino por la senda de la performatividad, como una continuidad de juego a la pregunta inicial codificada por el “¿Qué sigue ahora”?: la escritura y lectura de este libro se presentan como una posible respuesta.
La apuesta performática que tenemos acá es la de un flâneur que perambula entrelenguas por Kostayica, Francfórt, Xentroamérica, Barrio Amón, Los Ángeles, Cordillera de los Andes, algunos mundos literarios, “los mundos/ que se manifestaban entre papeles”, “confiando cual Domino”, en su buena estrella – como enuncia el yo lírico, que acaba por desembocar, ya en el último poema del libro, en la “Estación de Once”, en Buenos Aires.
La Estación Once aparece al final del libro más como un lugar de paso que un punto de cierre, como una coordinada geográfica que, al apuntar hacia una gran conjunción de comunidades en constante movimiento, nos direcciona a una alteridad que figura como la promesa de un posible interlocutor al cual acudir, “Hay alguien ahí que escucha mi canción”, un hipotético interlocutor del cual huir, “Alguien llama toda la tarde y no contesto”. Entre búsquedas y fugas, estas letras se perfilan como una posible continuidad para una narrativa latinoamericana que, del mismo modo, también erra, teje y nos enlaza por entre goles, guetos y orgasmos.
Del prólogo de Flavia Krauss